Tenía que volver y no sabía cómo. La gente me miraba fijo, yo les preguntaba desesperada la dirección de Kamari Beach. Y cuando creía que me iban a contestar, amagaban un paso de baile flamenco y los brazos se estiraban hasta convertirse en ramas. Y el cuerpo en tronco. Y once again I was alone.
la naturaleza tiene sus razones
RépondreSupprimeresto me encanta dalva!
Una tristeza encantada
RépondreSupprimer¡muy lindo!
impresionante!
RépondreSupprimertremenda foto
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