Dalva, vaya historia más triste... lamentablemente, o no, la vida es así, y muchas no nos enteramos hasta que pasamos la barrera de los cuarenta. A vivir, que son dos días!
Vaya historia, me suena a olas rompiendo sobre un acantilado.Yo se lo que es la tristeza. Pero hay que admitir que no hay una cosa sin la otra...amor...el precio es siempre alto.
ah mirá como me trajiste rita mitsuoko del pabellón de los recuerdos, Dalva!
RépondreSupprimersiempre puede ser peor, recordar eso es importante
Como tira la endogamia.
RépondreSupprimerno es endogamia, Isil!
RépondreSupprimerya que él no tiene ninguna relación directa con la petite de 18 años. Es sólo el novio de la madre, o el concubino mejor dicho.
Dalviña a veces no hay que hacer caso.
RépondreSupprimerYou are right Lillí!
RépondreSupprimerDalva, vaya historia más triste...
RépondreSupprimerlamentablemente, o no, la vida es así, y muchas no nos enteramos hasta que pasamos la barrera de los cuarenta.
A vivir, que son dos días!
ay ay ay!
RépondreSupprimerclaro que puede ser siempre peor, pero que querés que te diga, suficiente como para quedar curtida!
RépondreSupprimervalor para esa bella mujer!
y tambien para la bella de 18, sabe la historia?
no dejá mejor no amplíes.
abrazos.
me dió tristeza...
RépondreSupprimerun cierto apretarse en el pecho...
Vaya historia, me suena a olas rompiendo sobre un acantilado.Yo se lo que es la tristeza.
RépondreSupprimerPero hay que admitir que no hay una cosa sin la otra...amor...el precio es siempre alto.